Rosa Miriam Elizalde, del dicho al hecho
Rosa Miriam Elizalde acaba de ganar el Premio anual de Periodismo Juan Gualberto Gómez, y como mi pequeño y humilde homenaje a esta gran profesional de la prensa cubana, transcribo lo que anteriormente escribí en mi antigua página personal, cuando al leer uno de sus reportajes comenzó a crecer nuevamente mi admiración por esta periodista, que un día desplacé de mi lista de autores predilectos, no sé exactamente por cuáles razones.
De Rosa Miriam supe por primera vez por José Antonio Martín Pulido, actual vicepresidente primero de la Unión de Periodistas de Cuba, cuando a finales de la década del 80 del pasado siglo, creo que exactamente en 1989, vino a hacer su servicio social como corresponsal del periódico Granma en la oriental provincia de Las Tunas, donde vivo. Rosa era su novia, y graduados del mismo año, habían sido ubicados en el oriente cubano, en el caso de ella como corresponsal del periódico Juventud Rebelde, en la vecina provincia de Holguín.
Yo, que era un bisoño del periodismo en el entonces periódico provincial 26, siempre andaba a la caza de quienes escribían bien, por esas ansias de las buenas plumas, lo que siempre pasa cuando uno comienza en una profesión y busca patrones y otras formas de hacer, y confieso que tanto Martín, como Rosa Miriam, eran plumas que marcaban una etapa diferente en el periodismo cubano, como integrantes de la nueva generación que salía de las universidades de La Habana y de Oriente, donde único se estudiaba la profesión por aquellos tiempos.
Recuerdo los interesantes temas abordados por Rosa Miriam en el periódico de la juventud cubana. Después le perdí el rastro, hasta los inicios del Periodismo digital en Cuba, a finales de los 90 y principio del nuevo milenio, cuando ella ya andaba en este fascinante mundo y yo daba mis primeros pasos con Tiempo21, que iniciaba su presencia en la Red.
Después, un día, creo que de 2003, en un Diplomado en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, de La Habana, impartió un módulo sobre el mundo digital, y un año después, fue una de las profesoras principales del curso de postgrado Cómo multiplicar la verdad de Cuba en Internet, en la Escuela Superior del Partido Ñico López, también de la capital, donde nació la blogosfera cubana y yo me hice bloguero, y a partir de ahí me ha dado clases muchas veces, siempre en materia de Periodismo digital.
Mas, confieso que de aquella Rosa Miriam que yo conocí por sus escritos de recién graduada, no me quedaba nada más que la imagen lejana, y últimamente la veía más como una teórica del nuevo escenario del periodismo mundial, hasta hoy, que nuevamente me ha impactado con su prosa elegante y sencilla, al extremo, de que nuevamente vuelve a engrosar mi lista de autores predilectos, (desde mi modesta opinión, claro), pero sobre todo, desde su altura como profesional de este oficio, que como dice el Gabo es el mejor del mundo, y por aquello de que en ella si no va ese adagio de que "del dicho al hecho hay un gran trecho", porque es de las que saben decir y hacer.
2 comentarios
MiguelDN -
Miguel Mancuso -